Otro año más, he podido disfrutar de un Martes Santo lleno de sentimientos y emociones, y lo más importante los he podido compartir con gente a la que quiero, grandes personas que hacen posible que todo sea perfecto. Al comenzar el día, los nervios se hacian notar porque el cielo amenazaba lluvia y de que manera, pero poco a poco al avanzar la tarde, los nervios iban pasando al igual que las nubes, y el sueño se hizo realidad una vez más. Ella decidió salir a las calles de Granada, creando una emoción que embargaba mi Alma, ver de nuevo su carita rozada por algún rayo de sol, tener a mi lado a grandes compañeras que al igual que yo derramaban algunas lágrimas, y más cuando el paso se acercaba a nosotras con ese arte que tiene la igualá de las medianas, y ver a mi hija ejerciendo su labor de aguadora con gran diligencia, su primer año tras mi Madre de la Caridad, ¡que dicifil de explicar ese momento!. Grandes momentos he vivido este Martes Santo, que se quedarán para siempre en mi recue